jueves, 15 de mayo de 2014

MAYO, TU MES PREFERIDO



La imagen es tuya, Arcendo, gracias

Me adelanto un día al 16, no por error, sino  porque tengo muy presente cómo disfrutabas con la fiesta de nuestro Patrón, San isidro, y es que eras uno de los madrileños que conozco más orgulloso de serlo; hasta el lugar donde vivías,  donde sigues viviendo con tu querida familia, tiene el sabor más típico de Madrid. Qué alegría me dio cuando te conocí saber que amabas y te sentías tan madrileño como yo, de "rompe y rasga", como se decía por aquí. No sé cómo serán las cosas en el Cielo, pero si pudieras acercarte al Santo, pídele por nuestro pueblo y por España entera, bueno y por todo el mundo que anda loco, loco... Sólo Dios puede ya remediar esto, querido amigo del alma.
 
 
Tengo que decirte además, que empezar el mes de mayo sin ti me está resultando muy triste y a la vez meritorio ¿Qué mejor flor para ofrecer a María que el lirio de tu ausencia? Esto no se calma, amigo, cada día, cada acontecimiento bueno o doloroso como los que estoy pasando este año avivan tu recuerdo.
Esa amalgama de hechos que nos trae la vida día a día que Dios mismo parece  barajar, mezclando penas con alegrías, me hubiese gustado compartir contigo como lo hicimos tantas veces. Me cuesta tanto admitir que esto terminó.
 
En Semana santa estuve unos días en el campo y como no había rosas le ofrecí a mi Virgencita de Chamorro unos lirios de dolorosa pasión, en recuerdo de ti, seguro que lo viste y sonreíste junto a nuestra "Mami."
 
 
Qué sabia es la naturaleza, hasta las flores brotan según el tiempo litúrgico.
 
 Estas seis líneas de José María Pemán, donde su poesía era oración, son todo un tratado de amor a Dios que define mi estado de ánimo.
 
Por el viento en la noche

he entendido, Señor, tu fortaleza.

He comprendido tu sabiduría

por el perfil de la azucena.
 
Tu amor lo he conocido

por esta sinrazón de mi tristeza.

José María Pemán
 
Querido, querido amigo del alma, no quiero que pase este mes y llegue otro 16, no quiero comprobar que va a hacer un año sin tu presencia bloguera, nunca he lamentado no llegar a conocerte personalmente, no era necesario, tu realidad para mi no fue nunca virtual, fue de alma a alma, de corazón a corazón, de blog a blog donde los dos vertíamos para quien quisiera leernos esos retazos de pensamiento y vida, vivida según Dios nos iba dando a entender.
 
No puedo seguir, quiero recordarte hoy con aquel chotis que bailamos en un ladrillo bloguero tú y yo ¿Lo recuerdas, Capitán? para celebrar al Santo de nuestro Madrid.